Igual que ocurre con las personas, ocurre con las melenas: cada una es un mundo. Por esta misma razón a veces nos puede resultar complicado dar con los productos que le vayan mejor a nuestro pelo, que optimicen el resultado final después de una ducha.
Hoy os damos las claves que os puedan servir de guía a la hora de comprar los productos para que vuestro pelo pueda alcanzar su máximo esplendor en vuestra próxima rutina de cabello.
Identifica tu tipo de pelo
Para poder llevar una rutina que satisfaga las necesidades de tu cabello, primero tienes que identificar cuáles son estas necesidades. Y es que estas van estrechamente ligadas al tipo de pelo que tienes.
Dentro de los tipos de pelo entran muchos factores: la densidad de pelo, el grosor, el estado de salud del cabello…
Pero lo que más te interesa a niveles prácticos son dos en concreto: el tipo de cuero cabelludo y el patrón de tu pelo. Si quieres saber más sobre el resto de factores, te dejamos aquí un vídeo que los explica todos en detalle.
Dentro del cuero cabelludo podemos distinguir tres categorías distintas: el cuero cabelludo graso, seco o normal. Pero, ¿cómo sé cuál es el mío?
Pues si tu cuero cabelludo es graso una manera sencilla de identificarlo es fijándote en cómo se encuentra el mismo después de unas horas de haberlo lavado. Si has lavado tu pelo por la mañana y al final del día ya tiene un aspecto graso y brillante, es que tu cuero cabelludo es graso.
En el caso de que sea seco, unos de los signos más prevalentes son la tirantez e irritabilidad del mismo. También es frecuente que en los cueros cabelludos secos aparezca caspa con más facilidad y en mayor cantidad.
Y por último encontramos el cuero cabelludo normal, el cuál no presenta ni los signos de excesiva grasa ni los de tirantez e irritabilidad del cuero cabelludo seco.
Igual que debemos saber cuál es nuestro cuero cabelludo a la hora de elegir productos como el champú, que se centran sobre todo en este, también tenemos que tener en cuenta cómo es nuestro pelo en forma.
Por un lado tenemos los pelos lacios. Este tipo no es tan común como pensamos ya que, muchas veces, el pelo aparentemente más lacio realmente tiene algún tipo de patrón de rizo.
Y por el otro lado tenemos todos los tipos de rizo, desde el pelo mínimamente ondulado hasta el pelo de rizo más marcado.
La clasificación se divide en tres categorías con las tres primeras letras del alfabeto, que se utilizan para indicar la definición del rizo en los distintos tipos de rizo. Estos tipos se distinguen por números del 2 al 4, siendo 2 el rizo más sutil.
¿Qué productos puedo utilizar?
Tanto para los cabellos secos, normales como grasos es esencial evitar ingredientes especialmente agresivos.
Tres de estos que hay que evitar en especial son los sulfatos, los parabenos y las siliconas. Los sulfatos realizan una limpieza agresiva del cuero cabelludo que lleva a un desequilibrio considerable, cosa que puede llevar a nuestro cuero cabelludo a irritarse con más facilidad o a producir más sebo del normal.
Es esencial también proteger nuestro cuero cabelludo del sol ya que, igual que protegemos nuestra piel en el resto del cuerpo, la de la cabeza no va a ser menos. Esto evitará futuras irritaciones y quemaduras, que pueden ser molestas. Ya sea con una gorra o con protección especial para el cuero cabelludo, ¡protégete del sol!
Para cabellos grasos es recomendable utilizar champús con agentes seborreguladores, como pueden ser el aceite esencial de naranja o de menta.
Estos agentes también se pueden utilizar como tratamiento, ya que los aceites vegetales suelen aportar este tipo de control que buscamos en el pelo graso.
Para los cabellos secos es esencial evitar componentes que resulten especialmente irritantes, ya que empeorarán la salud de nuestro cuero cabelludo. Una buena alternativa son los champús sólidos, ya que no contienen ingredientes que puedan poner en peligro el equilibrio de nuestro pelo.
Y para los cabellos normales, pese a no tener un desequilibrio prominente como es el caso de los anteriores, debemos escoger productos que mantengan este equilibrio e incluso lo potencien. Es decir, si podemos evitar los sulfatos, siliconas y parabenos, mejor.
¿Cómo defino mi patrón de rizos?
Como ya hemos dicho, debemos evitar utilizar productos que contengan sulfatos, parabenos y siliconas. Y ya no solo por nuestro cuero cabelludo, sino que también afectan a nuestro patrón de rizo del pelo, ya que hacen que este en lugar de definirse haga lo contrario.
Esta es, de hecho, una de las razones por las que mucha gente piensa que no tiene ni siquiera una forma definida en su pelo.
Uno de los métodos más populares para marcar tus rizos después de la ducha es el conocido como método curly, el cual está diseñado para llevar tu patrón de rizos a su estado más saludable. Os dejamos un ejemplo aquí.
¡Esperamos que os hayan servido!
Por Julia Cortés
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