A pesar de que hoy en día los riesgos de tomar el sol sin protección son ampliamente conocidos, las cifras que evidencian sus consecuencias siguen aumentando. El deseo de estar bronceados a toda costa y tendencias como el ‘Sun Contouring’, continúan poniendo en riesgo nuestra salud y la de nuestra piel.
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El 'Sun Contouring' o contouring solar consiste en esculpir el rostro a través de quemaduras solares. Esta tendencia trata de proteger del sol solo las partes de la cara que queremos realzar, dejando las otras sin protección frente al sol, lo que resulta en quemaduras.
Esta peligrosa tendencia pone muy en riesgo nuestra salud y la de nuestra piel. Los daños que el sol provoca en nuestro ADN son irreversibles, y pueden desembocar en enfermedades muy graves, como el cáncer de piel, además de las obvias consecuencias estéticas: rojeces, sequedad, envejecimiento, flacidez, manchas, arrugas…
Si te has quemado, lo ideal es que ayudes a tu piel a regenerarse aplicando activos reparadores, antioxidantes y antiinflamatorios, como el aloe vera, por ejemplo. Lo más recomendable sería aplicarlo como mínimo 3 veces al día.
Por otro lado, existen personas que, aunque sí que utilizan protección solar, cometen errores comunes o hacen un mal uso del mismo.
Un ejemplo sería no utilizar la cantidad correcta de SPF. Usar una cantidad escasa de protector solar puede resultar tan dañino como no utilizarlo. Es muy importante no escatimar al aplicar nuestro protector, así como reponerlo a largo del día si continuamos expuestos al sol, ya que el sudor, el agua o el roce con la ropa reduce notablemente su efectividad.
Otro error que es muy común es utilizar el mismo protector que el año anterior. La gran mayoría de protectores, por no decir todos, tienen una fecha de caducidad de 12 meses como máximo. Esto, evidentemente, reduce la efectividad, pero, además, podría incluso causarnos una reacción alérgica, por lo que adquirir uno nuevo es esencial.
Por último, es importante tener en cuenta que algunos medicamentos como anticonceptivos, antiinflamatorios, corticoides o antidepresivos pueden ser fotosensibilizantes, por lo que debemos tener aún más cuidado con la exposición al sol en estos casos.
¿Conocías estos errores? ¿Los sueles cometer?
Por Marina Pardo.
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