La semana pasada tuvimos el placer de asistir a “la mayor cita del audiovisual iberoamericano”: el evento de Iberseries Platino Industria en Madrid.
En el artículo de hoy venimos a hablaros de dos conceptos más que actuales y que se trataron en dos de las conferencias que presenciamos: streaming y diversidad.
Si no conoces exactamente qué es el streaming, este se trata de una “tecnología que permite ver y oír contenidos que se transmiten desde internet u otra red sin tener que descargar previamente los datos al dispositivo desde el que se visualiza y oye el archivo”, de acuerdo con Oxford Languages.
Es decir, dentro de esta categoría caerían las plataformas como Netflix, HBO, Prime Video o Disney+.
Y es que, aunque el streaming sea un fenómeno más que normal para nosotrxs, este ha facilitado a un nivel exponencial la distribución de “contenidos sin fronteras”, como Arturo Díaz, director de Cattleya Producciones, presentaba esta conferencia.
No es en vano que utilizara este concepto para comenzar la conferencia, ya que se ha demostrado que, gracias al streaming, la diversidad se ha visto favorecida en el mundo audiovisual.
Durante la conferencia, los ponentes conversaron sobre los fenómenos concretos en los que esta apertura se había evidenciado de manera clara; como por ejemplo, los acentos de Latinoamérica y España normalizándose entre unos países y otros, o incluso el hecho de visualizar los contenidos audiovisuales en su versión original subtitulada, lo cual solía ser menos común hace unos años.
El streaming es indudablemente una manifestación más del mundo globalizado en el que vivimos, en el que cada vez es más común conocer diferentes culturas e idiomas. Sin embargo, este fenómeno de índole social abarca más allá, como por ejemplo la diversidad en términos de sexualidad e identidad de género.
Las ponentes que debatieron sobre diversidad hablaron sobre de qué se habla cuando se habla de diversidad, y de la responsabilidad que supone representar todo aquello que no sea “hombre, heterosexual, blanco, cis” e intentar ayudar a estas personas a llegar a sitios a los que actualmente no pueden llegar.
Además, se trató la problemática de conseguir que esta diversidad no se limite a estar detrás de las cámaras ni delante de las mismas, sino que sea algo presente en todos los ámbitos. Y, por otro lado, que esta diversidad no se deba a la necesidad de cubrir una cuota, sin encontrarse los personajes verdaderamente integrados en el proyecto. Un buen ejemplo de esto serían las series Vis a Vis, Sex Education o Veneno.
Las ponentes concluyeron que, indudablemente, nos encontramos en un momento de transición, en el que tanto las plataformas de streaming como la diversidad real e integrada son esenciales, y que la balanza acaba de empezar a moverse. Queda mucho por hacer, pero vamos por buen camino.
0 comments