martes, 24 de agosto de 2021

¿Es posible que nos rompan el corazón?

La expresión cuando alguien nos deja o sufrimos de un desamor siempre es la misma: “tengo el corazón roto”. Quizás suene exagerado aplicar esta afirmación a las situaciones en las que sufrimos por amor pero, se ha demostrado que “tener el corazón roto” no va tan en sentido figurado como creemos.  


El "síndrome del corazón roto", es una afección cardíaca temporal que a menudo es provocada por un fuerte disgusto o un trauma, es decir, algún hecho de origen emocional que provoque una debilidad cardiaca transitoria debido a su alto nivel de estrés psíquico o físico


¿Es posible tener el corazón roto?


Se apunta como el desencadenante de nuestro “corazón roto”, la liberación repentina de grandes dosis de catecolaminas, hormonas que contienen adrenalina, noradrenalina y dopamina que funcionan como neurotransmisores y que son una respuesta del organismo ante una situación de peligro.


Las personas que sufren el “síndrome del corazón roto” pueden tener un dolor torácico tan intenso que pueden incluso llegar a pensar que están teniendo un ataque cardíaco. No obstante, este síndrome afecta solo a una parte del corazón, la cual se agranda e interrumpe temporalmente la función normal de bombeo del corazón, sin embargo, el resto del corazón continúa funcionando con normalidad o incluso puede realizar contracciones más fuertes.


En un estudio llevado a cabo por la doctora del hospital universitario de Zúrich, Jelena Ghadri, se observó que en los pacientes que sufrían el síndrome del corazón roto había menos comunicación entre las regiones del cerebro involucradas en el control de las emociones y las respuestas corporales inconscientes y automáticas como los latidos del corazón.


"Las emociones se procesan en el cerebro, así que es posible que la enfermedad se origine ahí mismo y que afecte al corazón", concluyó la doctora Ghadri. No obstante, la doctora asegura que se necesita más investigación en el tema para entender cómo ambos órganos están conectados dentro de este proceso emocional de causa-efecto. 


Las secuelas que dejan este tipo de emociones tan extremas son sin duda inmensas. De hecho, tal y como nos explica en un estudio el profesor David A. Sbarra, del departamento de psicología de la Universidad de Arizona, es común que se vea mermada nuestra autoestima y que arrastremos durante semanas y meses emociones como la tristeza y la rabia. 


Es por ello que cuidarse uno mismo es una parte muy importante para sanar un corazón roto y recuperarse del dolor emocional ya que el corazón ha sufrido más estrés de la cuenta. Reconocer y controlar el estrés en la vida puede ser la clave para ayudar a prevenir un episodio del síndrome del corazón roto.



Hecho por: Irene M. Chinea

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