miércoles, 23 de junio de 2021

Dependencia emocional ¿puede ser sana?

A veces la idea que se vende del amor romántico hace que se tilde de “amor” ciertos comportamientos o situaciones basados en patrones poco saludables y en cierta medida obsesivos. Tal es el caso de la dependencia emocional.

La dependencia emocional es un problema que está presente actualmente en muchas personas, al punto que se está convirtiendo en un tema de gran relevancia en el ámbito de la psicoterapia en las últimas décadas. Sobre todo, en relación con el ámbito de una pareja más que en otros tipos de relaciones.

Si a menudo dices estas frases, sufres dependencia emocional de tu pareja


Como ocurre con otras dependencias, como es el caso de las adicciones, la dependencia emocional opera mediante mecanismos de refuerzo positivo, que acaban generando dependencia psicológica en el sujeto.

Podríamos definirla como la dependencia afectiva o sentimental que consiste en una serie de comportamientos adictivos que se dan en una relación interpersonal donde existe una asimetría en el rol que asume cada persona (Instituto Europeo de Psicología Positiva).

Toda necesidad afectiva característica del ser humano, en el caso de la dependencia emocional se convierte en una conducta desproporcionada.

Normalmente, el fondo del problema de la dependencia se encuentra una baja autoestima, que conduce a quien la sufre a desvalorizarse sistemáticamente. Se muestran críticos consigo mismos y con su forma de ser, hasta el punto de sentirse inferiores, lo que está ligado a un alto grado de inseguridad en sí mismos. También hay un gran miedo a estar emocionalmente solo, lo que repercute en la calidad de la pareja ya que lo que mantiene el vínculo de pareja es un miedo constante a que la relación se acabe.

Pero ¿la dependencia emocional puede ser sana?

Parece una cuestión contradictoria, sin embrago, por lo general se suele hablar de una de una dependencia emocional insana, pero esto no quita que no pueda existir una vertiente sana. Según la psicóloga Marta M. Novo (@martamnovopsico), como seres sociales que somos tenemos dependencias a lo largo de toda nuestra vida, y para que esta sea sana debe estar adaptada a su correspondiente etapa vital.

La psicóloga destaca que necesitar y recibir apoyo emocional, mostrar vulnerabilidad, sentirse seguro o protegido por otra persona, no son características de una dependencia emocional insana. Llevar una conducta extrema es lo que transforma alguno de estos hechos en una dependencia problemática.

En los últimos años se ha experimentado una creciente corriente individualista en los seres humanos, vinculada quizás con el miedo al compromiso. Con respecto a este comportamiento es importante señalar que no siempre que existe una “dependencia” de contacto con los demás es una dependencia emocional insana.

La tendencia que impera en estos últimos tiempos de huir ante la posibilidad de entablar relaciones profundas y de calidad con los demás, quizás nos pueda hacer creer que lo único sano es ser totalmente independiente y no compartir o vincular nuestra vida para no parecer dependientes. Sin embargo, según nos cuenta Marta M. Novo, este pensamiento nos llevaría a algo exactamente igual de disfuncional que la propia dependencia emocional insana.





Hecho por: Irene M Chinea

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