Son muchas las personas que prefieren su armario de invierno a su armario de verano, y esto se debe a una sencilla razón: cuantas más prendas puedas utilizar en capas, más “completo” te parece un conjunto.
Sin embargo, no por esto hay que desistir en nuestro armario de verano, al contrario, hay muchas formas de que nuestros conjuntos queden completos con unos sencillos trucos.
Base sencilla
A la hora de construir un conjunto de verano siempre podemos recurrir a utilizar lo que se denomina statement piece, o pieza “de declaración”; es decir, una pieza que destaque sobre todo el conjunto y que, esencialmente, trata de hacer una “declaración” sobre tu estilo personal.
Pero muchas veces es más sencillo atenerse a los básicos, a tu fondo de armario. Aunque no por ello debes renunciar a tu estilo personal, claro.
Accesorios
Una vez tienes una base para tu conjunto, el primer paso para añadirle dimensión son los accesorios. Aquí puedes elegir lo que más te guste y concuerde contigo: varios collares de distinta largura, pendientes llamativos, anillos de distintos tamaños, gafas de sol…
Aunque menos es más muchas veces, en cuanto a los accesorios puedes usar más y hacerlo funcionar. Por ejemplo, si te gustan los anillos puedes optar por llevar unos cuantos, mientras para tus pendientes utilizas unos más discretos.
Capas
Como ya te hemos contado, la utilización de capas es un elemento importante para añadir aún más dimensión a los conjuntos. Pero en verano esto es más complicado. Por eso piezas como los accesorios pueden convertirse en tus mejores aliadas en esta época del año.
Pero si sigues queriendo utilizar capas una apuesta segura son las camisas de botones.
Puedes escogerla de distintos colores, telas e incluso formas. De esta forma añadirás una capa más a tu conjunto sin tener que pasar demasiado calor.
Bolsos y zapatos
Estos dos elementos son fundamentales en cualquier outfit de cualquier época del año. Aunque durante el verano puedes sacarles el máximo partido. Al ser ambos elementos de “extensión” de un conjunto, hacerlos combinar es una buena forma de crear estructura y cohesión para el mismo. Por ejemplo, si tu conjunto lo conforman colores básicos como el blanco o el negro, puedes utilizar un bolso y zapatos de un mismo color más llamativo.
Además, al existir tantas formas de zapatos en tendencia, y de bolsos también, puede ser muy divertido jugar con las mismas.
Pero sin duda, lo más importante es que disfrutes al máximo de experimentar con todos estos elementos en tu estilo personal. ¿Cuál ha sido tu favorito?
Por Julia Cortés
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