Retro decor: las 6 claves que necesitas para NO copiar la casa de tu abuela
Hasta Andy Warhol estará orgulloso de tu decoración retro siguiendo estos 6 sencillos tips. Convertir cualquier espacio en una obra de arte con influencias del pasado es posible y más fácil de lo que crees. ¡Te lo contamos!
El estilo retro puede ser una puerta a la nostalgia y a la modernidad
más atrevida, atemporal y chic, pero
también puede acabar pareciéndose a la versión más lúgubre de la casa de tu abuela.
Olvidar la mesura o la importancia de la luz, pueden alejarnos de esos
escenarios idílicos que vemos en los videoclips de Lana del Rey.
Pero tranquilidad, no hace falta ser interiorista para aplicar con gusto este estilo que nunca deja de estar en tendencia. Con sólo 6 claves descubrirás cómo convertir cualquier espacio en un remanso de armonía entre el pasado más evocador y el presente más único.
¿Qué es el estilo retro?
Antes que nada, es importante
saber que se trata de un estilo que, aplicado a la decoración, se caracteriza por recoger elementos icónicos de épocas anteriores, sobre todo, de la
década de los años 50, 60 y 70. Y lo
hace mezclando influencias
contemporáneas con diseños auténticos o inspirados en aquella época, para
conseguir estancias llenas de carácter y originalidad.
Es por eso que las tiendas de segunda mano o rastrillos pueden ser nuestros mejores aliados a la hora de encontrar piezas únicas de estilo retro.
Poquito porque es bendito
Crear un estilo retro actual puede parecerse más de lo que creemos a la elaboración de un buen bizcocho. Excedernos en la cantidad de harina, nos da como resultado un postre pesado y seco. Asimismo, cuando llenamos por completo una estancia con piezas de estilo retro, podemos recargar el espacio, quitarle todo encanto y reproducir sin querer el plató de “Cuéntame”. Es por eso que los elementos decorativos retro deben integrarse en el espacio en pequeñas dosis.
Es decir, es posible conseguir un efecto retro agregando, a una habitación sencilla, alguna pieza original que llame la atención respecto al resto del espacio. Añadir una lámpara escultural, un espejo ornamentado o una butaca de terciopelo, puede ser suficiente para elevar la decoración de cualquier rincón.
La geometría es nuestra aliada
Los patrones geométricos se
convirtieron en el main character de
las casas del pasado. Para conseguir un auténtico estilo retro, podemos utilizar estos icónicos estampados
y aplicarlos a algunos elementos decorativos del espacio. Optar por una
pared, sofá o alfombra estampada con figuras geométricas puede aportar una gran
personalidad, vivacidad y autenticidad a nuestro hogar.
Aunque debemos tener en cuenta que, si escogemos un estampado como este para una pared, los tonos marcarán toda la paleta de colores de la estancia. Por lo que es recomendable escoger estampados que usen tonalidades en tendencia que equilibren las influencias pasadas y presentes.
El color nos enamora
El estilo retro se caracteriza
por el uso magistral del color como
parte fundamental para completar de carácter las habitaciones. Ya sea en
las paredes, alfombras o sofás, apostar por lo retro nos anima a arriesgar con
colores seductores e interesantes. Estos, además, sirven de mucha ayuda para salir de la monotonía y atraer la mirada a
diferentes elementos y rincones del espacio que nos interesan.
La clave está en combinar los colores
sin miedo, pero siempre optando por tonalidades más
modernas y en
tendencia. Dúos como el terracota con un azul intenso, el naranja con el rosa o
el verde con el negro, pueden ser una opción increíble para conseguir un estilo
retro único y original.
Un matrimonio de materiales y texturas
La combinación de texturas y materiales en un mismo espacio, es otro
de los elementos imprescindibles para conseguir un estilo retro sobresaliente.
Si hablamos de textiles, los más utilizados son el terciopelo, el cuero o el
bouclé. Y, en cuanto a materiales, la madera, los metales, el plástico o el
cristal, ganan la partida.
De hecho, si algo caracteriza a las piezas retro, es la perfecta combinación de materiales en un mismo elemento. Sillas de madera, ratán y metal, taburetes de cuero y patas de aluminio o aparadores de madera con patas y apliques metálicos son, sin duda, la receta perfecta para el éxito.
Se vienen curvas
El estilo retro siempre ha adorado las curvas. Desde la creación del icónico mobiliario redondeado de los años 60, propulsado por el diseñador Eero Aarnio, la curva ha dominado la decoración retro en todo tipo de elementos.
Ahora, podemos apreciar estas sensuales figuras torneadas en piezas tan dispares como lámparas, sillas, sofás, espejos, mesas, velas o butacas. Formas que aportan un toque más original y chic, si cabe, a nuestras estancias.
La luz no sólo se ve, se siente
Muchas veces nos olvidamos de uno de los elementos más importantes a la hora de ambientar nuestro hogar. Y este es, en efecto, la luz. La guinda de todo ambiente retro. Porque una iluminación acertada puede ayudarnos a viajar a otras épocas, esas que este estilo recupera.
En las estancias de descanso como el salón o el dormitorio, implementar fuentes de luz secundarias en tonos cálidos, nos dará ese estilo relajado y evocador que buscamos. Además, la iluminación puede ayudarnos a destacar diferentes espacios o, incluso, a decorar por sí misma cualquier rincón.
Ahora sí, podemos lanzarnos con seguridad al estilo retro sin miedo a clonar la casa de la abuela. Porque con estas claves y tu intuición, lograrás diseñar espacios únicos que te enamorarán cada vez que vuelvas a casa.
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