El ritmo de vida frenético que llevamos puede hacer que nos sea muy difícil parar un momento y reflexionar. Esto puede resultar en que situaciones cotidianas y problemas que se nos presentan diariamente nos agobien y preocupen en exceso, lo que provoca un detrimento de nuestra salud mental. Para romper este ciclo, podemos intentar tomar cierta perspectiva de estas situaciones y relativizar, pero, ¿cómo podemos hacerlo?
La RAE define el término ‘relativizar’ como ‘Introducir en la consideración de un asunto aspectos que atenúan sus efectos o importancia’. Y aunque la teoría nos la sabemos, a veces es difícil saber cómo podemos llevar estos conceptos a la práctica en nuestro día a día. Una forma de hacerlo es aplicar la regla del 10/10/10.
La regla del 10/10/10 plantea una interesante cuestión. Debemos analizar cómo nos va a afectar una determinada situación que nos preocupa dentro de 10 minutos, 10 meses y 10 años.
El objetivo de realizar este ejercicio es intentar tomar cierta perspectiva sobre las cosas que nos ocurren y los problemas a los que nos enfrentamos, y, en muchas ocasiones, darnos cuenta de que en realidad no son tan importantes o relevantes como podemos pensar cuando están ocurriendo.
Se trata de una técnica que puede ayudarnos a ocuparnos de los problemas, en lugar de preocuparnos tanto, y, en consecuencia, puede ayudarnos enormemente a mejorar nuestra salud mental.
Además, puede contribuir a ayudarnos a gestionar los pensamientos negativos que muchas veces nos asaltan, en especial los “y si…?” que en realidad casi nunca llegan a suceder. Muchas veces, hacer un pequeño ejercicio de poner en perspectiva estas situaciones catastróficas pueden ayudarnos a ver que incluso si llegaran a pasar, tampoco sería tan grave. La regla del 10/10/10 resulta muy útil en estos casos.
Por Marina Pardo.
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