La serie original de Hulu y Disney+ Star ha acabado de emitir los 10 capítulos de su segunda temporada, y en INfluyendo no hemos podido resistirnos a contaros en forma de review todo sobre uno de los mayores exponentes de ficción de temática LGBT y por qué tenéis que verla.
En la primera temporada nos presentaron a Víctor Salazar. Recién llegado a Creekwood con toda su familia, quería aprovechar la oportunidad para empezar de cero una nueva vida en la que fuera él mismo. Pero sin preverlo, empezó a salir con Mia, una de las primeras personas que conoció en su nuevo instituto. Aunque estando con ella, empezaron las crisis de identidad comunes en una persona LGBT cuando, en mitad de la historia, Víctor conoce a Benji. Un chico de su clase que llega para descuadrarle todos los planes. Pero es algo que Víctor se guarda para sí mismo, dado que no se lo cuenta ni a sus amigos, ni mucho menos su familia, bastante conservadora. Sólo puede contar con Simon, un chico que anteriormente estudió en Creekwood -es el guiño que la serie tiene con la película “Con Amor, Simon”, que inspira a la serie- al que escribe por Instagram para pedirle consejos y ayuda.
Al final de la temporada, Víctor y Benji acaban juntos y Víctor cierra la primera entrega contándole a sus padres que es gay. Su reacción, ya es cosa de la segunda temporada.
Así pues, después de 10 viernes seguidos disfrutando de un nuevo capítulo cada día de esta segunda temporada de “Con Amor, Víctor”, y aún con resaca del final, os contamos qué nos ha parecido.
En pocas palabras esta temporada es, sin duda, perfecta, por varios motivos. El primero y el más importante, y que lleva vigente desde el primer capítulo de la serie: la visibilidad. La visibilidad que hace que más de un adolescente pueda verse reflejado en la figura de Víctor. En las dos temporadas, Víctor sufre de problemas diferentes: no son las mismas problemáticas estando dentro que estando fuera del armario. Y en la serie dan visibilidad a las dos facetas.
Sí que es verdad que puede que a veces peque de estereotipos. Situaciones algo exageradas de la realidad que viven las personas LGBT. Pero al fin y al cabo son situaciones que se dan y que están ahí. Pero les salva el incluir la pareja que hace Víctor y Benji de la forma más natural que podrían haberlo hecho, pues la serie trata sobre Víctor, no sobre ellos -aunque evidentemente forman parte de la entrega-, pero se les sitúa al mismo nivel que otras parejas cis-hetero que aparecen en la serie. Y eso pocas series lo hacen, sino que otras aprovecharían esto y harían constante queerbaiting (una manera para atraer al público LGBT en la ficción).
También es de destacar los “cliffhangers” que nos deja esta serie. Después de cada capítulo dejaban la trama en un punto que necesitaba que pasara rápido la semana para que volviera a ser viernes y ver qué le deparaba a Víctor en el siguiente capítulo. Por no hablar del cliffhanger más grande que ocurre al final. Es por ello que toca armarse de paciencia hasta 2022 para ver qué deparará la tercera temporada de “Con Amor, Víctor”.
Desde INfluyendo no podemos hacer otra cosa más que recomendaros esta serie, disponible en streaming en Disney+ y esperar pacientemente a la tercera entrega de la serie, de la que os contaremos todo próximamente.
Por Agar Rodríguez
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