El verano ya ha llegado, y con él, el calor sofocante. Si tienes aire acondicionado en casa, no hay problema. Pero si no, no es difícil encontrarse en la situación de no saber si pasas más calor en tu casa o en la calle. Para ayudarte, te traemos 6 maneras de refrescar tu hogar sin utilizar el aire acondicionado.
Baja las persianas.
Puede parecer muy obvio, pero bajar las persianas es muy efectivo a la hora de reducir el calor. Especialmente, si tu casa recibe sol directo durante varias horas del día. Al final, lo esencial es limitar al máximo las fuentes de calor.
Usa ventiladores.
Aunque los ventiladores no son tan efectivos como el aire acondicionado para refrescar una habitación o una casa, sí que pueden ayudar a reducir unos cuantos grados. Para que sea más efectivo, puedes poner un bol metálico con hielo y sal gruesa delante, para refrescar el aire que mueve el ventilador.
Riega tus plantas.
Este paso no solo es un recordatorio de que no dejes morir a tus plantas por su propio bien, sino también por el tuyo. Al regarlas, vas a refrescar la atmósfera del lugar donde se encuentren, por lo que la sensación de calor disminuirá.
Juega con las corrientes de aire.
Jugar con las distintas corrientes de aire que se crean en tu hogar puede ser de gran utilidad para refrescarlo. Eso sí, es importante que lo hagas en las horas más fresquitas, como temprano por la mañana o tarde en la noche. Si lo haces en las horas fuertes de calor, solo conseguirás aumentar la temperatura de tu casa.
Mejor sábanas de algodón o seda para dormir.
El descanso durante estas épocas de gran calor puede ser todo un reto. Con tanto calor es muy difícil conciliar el sueño. Por eso, te recomendamos que utilices sábanas de algodón o de seda, ya que no aumentarán la sensación de calor. Además, puedes enfriarlas antes de dormir poniendo botellas de agua muy fría o incluso hielo envuelto en una toalla.
Bebe mucha agua.
Siempre es necesario beber al menos 2L de agua al día, pero cuando hace tanto calor, es aún más importante mantenerse bien hidratados. También ayuda con el calor meter los pies en agua fresca o, evidentemente, darse una ducha de agua fría.
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