Hoy en día, muchísima gente tiene tatuajes. No son nada nuevo, hace más de 5.000 años que cautivan a la humanidad. Pero, si aún no te has atrevido y estás pensando en hacerlo, aquí van 5 cosas que quizás no sabías sobre los tatuajes y deberías saber.
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Podrías tener alergia.
Aunque no es lo más habitual, hay personas que son alérgicas a la tinta del tatuaje, y tú podrías ser una de ellas. Incluso hay personas que son alérgicas a algunos colores, como el rojo o el verde, por ejemplo. Por ello, es importante que acudas a un buen profesional, y que, a poder ser, le pidas realizar una prueba antes de tatuarte, especialmente si se trata de un tatuaje de tamaño considerable.
La piel requiere hidratación y protección solar.
Algo que no debemos olvidar es que, al fin y al cabo, los tatuajes son pequeñas heridas en la piel, y, al igual que cualquier otra herida, tardará unos días en cicatrizar y es esencial cuidarlos adecuadamente. La limpieza, la hidratación y la protección solar son vitales en este proceso. No solo porque podemos poner en riesgo nuestra salud, puesto que, como cualquier herida, podría infectarse; sino también porque estéticamente, cuanto mejor lo cuidemos, mejor sanará y mejor se verá.
Los colores cambian.
Sobre todo si tienes pensado realizarte un tatuaje muy colorido, debes tener en cuenta que, con el tiempo, los colores de éste irán cambiando. Esto se debe a que la tinta de la piel se va oxidando, y por lo tanto el color se modifica, de manera que el negro puede llegar a verse grisáceo, verdoso o incluso azulado.
No da cáncer.
Este es uno de los principales mitos que existen en torno a los tatuajes: que producen cáncer, una simple búsqueda en internet te confirmará que existen diversas teorías al respecto. Sin embargo, lo mejor que puedes hacer es fiarte de un especialista, y existen numerosos dermatólogos que afirman que no existe evidencia científica que demuestre que los tatuajes provocan cáncer.
Se pueden borrar.
Efectivamente, los tatuajes no son 100% permanentes. Por una parte, existen varias zonas del cuerpo en las que los tatuajes se borran solos con el tiempo, como por ejemplo, las manos o los dedos. Esto se debe a que son zonas que están muy expuestas, y con el roce se van difuminando y borrando, aunque no sea completamente. Por otro lado, los tatuajes se pueden “borrar” con láser. Es un proceso costoso y doloroso, pero es el precio a pagar por dejar de llevar ese tatuaje que ya no te gusta o te recuerda a alguien que ya no está en tu vida. Otra opción si no quieres pasar por este proceso, es tatuarte otra cosa encima. Eso sí, siempre con un buen profesional.
Por Marina Pardo.
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