¿Por qué no existe una píldora anticonceptiva masculina todavía?

Desde la aparición de la píldora anticonceptiva femenina en los años sesenta, recientemente se ha empezado a contemplar la idea de crear un anticonceptivo hormonal para hombres. Existen estudios que han demostrado la eficacia de una inyección anticonceptiva masculina, no obstante, estos se suspendieron después de que los hombres que participaban empezaran a desarrollar una mayor incidencia de acné, trastornos del estado de ánimo y un aumento de la libido. Los encargados de realizar el ensayo consideraron que estos efectos secundarios eran más importantes que el hecho de que, aparentemente, la inyección anticonceptiva funcionase bien a la hora de reducir la producción de esperma.

Teniendo esto en cuenta, a muchas mujeres les parecerá que estos efectos secundarios parecen poco importantes comparados con los de la píldora anticonceptiva femenina ya que algunos de ellos son: ansiedad, aumento de peso, náuseas, cefalea, disminución de la libido y coágulos sanguíneos.

Esto nos lleva a la pregunta de por qué es tan difícil fabricar un anticonceptivo masculino y llevarla a su comercialización. 

Adam Watkins, profesor de biología reproductiva de la Universidad de Nottingham explica que el principal desafío médico a la hora de crear la píldora siempre ha sido que, mientras la mujer libera un óvulo por mes, el hombre produce millones de espermatozoides a diario. 

Watkins también añade: “Otra razón por la que creo que no se ha desarrollado efectivamente ha sido por el éxito de la píldora anticonceptiva femenina”. Continúa diciendo: “desde una perspectiva económica, muchas de las compañías farmacéuticas no sienten la necesidad de invertir en una nueva". 

"Por distintos motivos, se puso el peso del cuidado de la anticoncepción a las mujeres. Ellas han sido las que han asumido casi totalmente esa responsabilidad”, agregó el académico.

Cierto es que los hombres no experimentan un embarazo, y eso puede llevar a pensar que tienen menos responsabilidades, no obstante, la carga de la anticoncepción debería ser un tema compartido por ambas partes dentro de la relación. 

Para la doctora Lisa Campo-Engelstein, directora del Instituto de Bioética y Humanidades de la Salud de la Universidad de Texas y experta en el estudio del futuro de la salud reproductiva, que no haya una píldora anticonceptiva no se debe a que la ciencia no lo haya podido lograr sino va más encaminada a una cuestión de normas sociales de género, en las cuales la mujer asume toda la responsabilidad dado que se espera que el hombre no la asuma. Lo cual también resulta una desventaja para aquellos hombres que sí desean tener total control de su anticoncepción. 

Quizás debamos preguntarnos por qué, en pleno siglo XXI, la idea de que un hombre tome una píldora anticonceptiva sigue resultando de los más llamativa.

Hecho por: Irene M.