Igual que subía el pueblo al Monte de las Bienaventuranzas para escuchar a Jesús, así subíamos los fans de Robe al Auditorio Miguel Ríos en Rivas-Vaciamadrid, para disfrutar de un recital de 3 horas -nada más ni nada menos- de buena música. El atasco que se formó para llegar hasta allí ya auguraba que iba a ser una gran noche.
De la música poco se puede decir que los fans de Extremoduro y de Robe no sepan. Desde que que sonaron los primeros acordes de “Destrozares” hasta los últimos de “Ama, ama, ama y ensancha el alma” el auditorio vibró con la fuerza de las 30.000 personas que nos encontrábamos allí. Y es que en pocos conciertos de música popular puede uno disfrutar de canciones que duran 15 minutos, como el Cuarto Movimiento de Mayéutica (2021): “Yo no soy el dueño de mis emociones”. En ese despliegue disfruta Robe y disfruta la banda que se recrea en los solos de Carlitos Pérez (violín) junto con los perfectos agudos de Lorenzo González.
Los conciertos de Robe tienen ese algo mágico que tienen las jam sessions y es que siempre te sorprenden. La banda cambia el repertorio en cada fecha y a veces traen joyitas inesperadas como “Cabezabajo”(1996). Pero de todo el concierto, quizás lo que más destacó fue la poesía. Y no solo porque la puesta del sol desde el auditorio fuera casi mágica cuando empezaron a sonar los primeros acordes -que también- sino por los apuntes geniales de Robe entre canción y canción. Estos fueron mis favoritos.
“Tengo en este momento tantos pensamientos fundamentales y tantas cosas metafísicas que decir, que me canso de pronto y no quiero seguir hablando”
“Su andar tenía un balancear leve, en cada gesto suyo se posaba un ave”
“No os vais a creer lo que me ha pasado esta mañana. Por espacio de 5 horas me convertí en un pájaro negro de pico anaranjado”.
La música en directo tiene algo que en el estudio no se puede apreciar y menos en un espectáculo como este. Todavía quedan muchas fechas para disfrutar de la gira “Ni santos ni inocentes” así que si tienes la oportunidad, no te la pierdas.
Por Sara Trabazos.